viernes, 28 de agosto de 2015

Personal: El Volcán Llaima en 1994.


Ay Cherquenco. Pueblo olvidado e inolvidable a la vez. Se hace presente de nuevo en mi memoria y en mis obsesiones cada cierto tiempo, pero sin nunca irse del todo. Recuerdo perfectamente ese día de 1994 en la Escuela Japón E-545, el profesor Alejandro Roa nos hacía la clase de Ciencias Naturales y era la primera vez en mi vida que escuchaba la palabra “Hábitat”. Mientras me preguntaba que podría ser el “Hábitat” (mis estúpidos e ignorantes compañeros no dejaban hablar al profesor… lo siento, pero hasta el día de hoy odio a esos niños, hoy hombres que la vida imposible me hacían en ese entonces…). Entre el barullo de la clase y la impaciencia de nuestro profesor, hombre ya casi anciano y con una larga y sacrificada experiencia de docente, yo miraba por la ventana, sumida en mis ensoñaciones, pensando en Charlie Bucket, porque yo creía fervientemente que algún día llegaría Willy Wonka a salvarme del Moraga, del Diego Salvo, del Héctor Núñez, de la Claudia Mellado…, de pronto un papel hecho una dura y gran bola me llega en plena cara y el maldito del Moraga me grita “¡¡Mongola… TONTA!!”. Esos eran mis sobrenombres oficiales, aparte de “Yogur de Petróleo”, por supuesto, nada más que por la sencilla razón de ser la más morena del curso y de preferir leer bajo un árbol a jugar a la capacha o a las movidas en la Cueva de la Momia, acción muy reprobable y digna del más profundo de los desprecios para ellos. Pero no hablemos de eso. Para ese entonces aún era una niña sensible y llorona, pero me guardé las lágrimas –de rabia- y me dije que a la salida le tiraría una piedra o le escondería la mochila al muy infame. Tomé papel y lápiz y empecé a escribir todo lo que le haría si no fuera tan pava y tan irremediablemente débil:

*Lo estrangularía con una cuerda de esas para lacear corderos.

*Lo metería preso.

*Le cortaría el cuello con un cuchillo oxidado.

*Lo castraría, como había visto a mi papá hacerlo en el campo a los terneros, con desinfectante azul incluido.

*Le molería la cabeza a pedradas.

*Le haría una zancadilla tan espectacular que mínimo quedaba con la nariz chueca para siempre.

Mientras que con mi mentalidad de tímida niña de 9 años planeaba la más horrible venganza en contra de aquel detestable grandullón –en compañía de sus compinches- que siempre que podía me pateaba o me insultaba… Pero basta, no estoy hablando de mis traumas de la niñez, sino de un evento geográfico. Pero no puedo evitar el relacionar todo. Nuestra sala tenía la más hermosa vista al volcán Llaima que tuviera escuela de pueblo pequeño alguna, en sus amplios ventanales el hermoso nevado se colaba como un compañero y amigo más entre nosotros los niños. Pero aquel día no estaba precisamente de humor para participar en juegos o para acompañarme en mis lecturas taciturnas bajo aquel viejo pimiento, ni se sentía familiar entre las infantiles cabezas que escuchaban al profesor aquella mañana, mientras yo planeaba mi vendetta y los demás hacían desorden y don Alejandro al frente con su cara de “queda poco para jubilarme, yupi”. No es por dármelas de vidente ni de nada, pero hubo algo que interrumpió mis siniestras maquinaciones y me hizo mirar hacia la ventana. Ahí estaba, mi amado Llaima, una de las pocas cosas que me hacen verdadera falta en la vida. Tan nevado, tan imponente, con su eterna fumarola, como un puro inmortal…

De pronto todo eso acabó.

Imagínenlo más grande y más cerca aún.

Hubo un horrendo estruendo, seguido de algo parecido a la versión cordillerana de Hiroshima, un GIGANTESCO HONGO DE HUMO que salió del Volcán en cosa de segundos, juro que es la cosa más impactante, impresionante e definitiva que he visto en mi vida, aunque quizá vea la puerta de Branderburgo o las cataratas del Niágara no me conmoverán tanto como esa extremadamente inmensa columna de humo que cubrió todo el manto azul del cielo cherquenquino. El profe empezó a gritar frenético ¡PLAN DAISY, PLAN DAISY! mientras mis compañeros lloraban desesperados porque sus padres trabajaban cerca o porque pensaban que íbamos a morir todos aquel día. Yo soy naturalmente sensible, pero no me uní al coro general de chillidos, carreras, mocos, lágrimas, gritos, histeria, más mocos, pañuelos Elite incomprensiblemente aparecidos, pellizcos, retorcijones de manos y mejillas, don Alejandro no hallaba que hacer, nadie le hacía caso con el dichoso “¡!PLAN DAISY, PLAN DAISY!¡, la Bernarda Álvarez gritaba efectivamente enloquecida ¡¡Mi papito se va a morir, soy huérfana, SOY HUERFANAAAAAAAAAA!!, el idiota de Diego Salvo lloraba aterrorizado y su gorda cara roja, hinchada por las lágrimas y la cobardía lo hacía parecerse aun más a una cruza de cerdo con frutilla de lo que ya era. Yo estaba hipnotizada, como una frágil ratita frente a una cobra, una cobra volcánica y pétrea, si es posible aquello. Yo sólo miraba por la ventana, con los ojos como platos, mientras a mis espaldas se desarrollaba la más terrible y dramática escena de temores infantiles jamás vista, miedo a la muerte, a quedar huérfano, a quedar solito, a tener que irse a vivir con los tíos, a tener que cuidar a los hermanos mas chicos, a tener que ser cuidado por los hermanos más grandes, a quedar sin casa, en suma, todo el horror al abandono en sus muchas manifestaciones. De pronto se me ocurrió que si iba para afuera la vista sería mejor. Tomé mi mochila (de Barbie, lo admito) y salí no más, el profe Alejandro no estaba en condiciones de ordenar nada a nadie, rodeado por el caos colectivo y sumergido en sus propios miedos. En el frontis me encontré con la entonces Toyita de 5 años que también cursaba el Kinder en esa escuela. Mi hermana sollozaba asustada, le tomé su manito gorda y la abracé, sin dejar de mirar el portento de humo que se exhibía ante todos, como un espectáculo infernal. La sirena sonaba y sonaba, mientras el cielo se ponía cada vez más oscuro, dando a todo ello un tinte trágico y pasmoso a la vez que mientras viva no podré olvidar nunca. Mi única y hasta el día de hoy, mejor amiga Licha, se me acercó y me preguntó:

-Oye Nati… ¿Qué vamos a hacer?

-No podemos hacer nada. – le contesté.

Y ahí quedamos, mirando todo, sin atinar a nada, como ya dije, cual verdaderas ratitas frente a una cobra que pronto las engullirá sin compasión alguna. La Victoria lloraba y pedía ver a nuestra mamá, así que me despedí de mi amiga y bajo el cielo encapotado de ceniza me la lleve a la casa. No me importó el reglamento de la escuela, total, en un evento así, no era lo mejor quedarse allí. Sólo quería ver a mi mamá. La encontramos en el camino, venía a buscarnos con nuestro hermano Dido (David) de cuatro años, que no entendía mucho y parecía asustado y eufórico a la vez, actitud que conserva hasta el día de hoy. Nos abrazó fuerte y emprendimos camino hacia la casa. Mi papá no estaba, porque como era bombero y además Superintendente del Cuerpo de Bomberos de la localidad, tenía que estar efectuando posibles labores de rescate. Y ahí nos quedamos, recuerdo que subí al techo de mi casa y estuve toda la tarde, mientras mi mamá me retaba y me exhortaba a bajarme, en medio de amenazas y sobornos. “Si te bajas, te hago un queque para la once”; “Si no te bajas te voy a sacar la cresta, caura e’ mierda”; “Si te bajas te regalo un lápiz verde”; “Si no te bajas te voy a dar con el cinturón hasta que me canse, mocosa desobediente, te voy a acusar a David apenas él llegue”. Yo no hacía caso, estaba como fascinada, sabía que este era un día de esos que-se-recuerdan-para-siempre y no me lo iba a perder por estar encerrada en la casa asustada como pollo en corral ajeno. La nube ya era tan grandiosa que cubría todo lo que era cielo y el cielo estaba matizado de oscuros colores, negro, gris en todos los tonos imaginables, blanco, azul, ¿morado? Mi mamá, armada de una escalera y un colihue, se subió al techo dispuesta a golpearme “hasta que se cansara” como anteriormente me había advertido. Pero no pudo evitar sentarse al lado mío a mirar, aunque sea por un ratito. Y ahí estuvimos, cada una pensando en lo suyo. Luego claro, bajé (ilesa), comí, seguí mirando, después de 4 horas llegué a sentir miedo, lloré – sólo un poquito- esperamos a que mi papá llegara…


Imágenes de la época (gracias Google)

Después la tele, mi papá dando declaraciones, cumpliendo con su deber de Bombero Chico Bueno, el whisky con hielo milenario, el río pasando por encima del puente, el mismo río llevándose a los muertos y sus tumbas (este río se llama Cementerio y de verdad en esos días le hizo honor a su nombre), aquella descomunal roca de más de cuatro metros de alto que causó la estupefacción colectiva y por sobre todo esas preciosas noches, noches de encanto y horror, sugestión y enigma, de sospecha y maravilla, en que todo Cherquenco se reunía antes de acostarse a mirar como el Llaima hacía erupción, y cuando habían estallidos grandes se escuchaban claramente los “Ohhh’s” y “Ahhh’s” de todos, que eran el comentario obligado al otro día: “Cachaste el volcán anoche? ¡¡Se pasoooooó!!” o “Anoche estuvo fome, apenas se veía la lava en el cráter” o “Ayer si que me dio miedo ¿estai segura que la lava no llegará al pueblo?”, los temblores que a veces nos despertaban y otras pasaban piola, casi parte del paisaje y la delicada lluvia de ceniza del primer día que suavemente se depositó sobre techos y árboles, brindando al paisaje grisáceas tonalidades, causando aún más el desasosiego en los cherquenquinos corazones...


Recuerdos infantiles. El volcán que siempre fue parte importante de mi vida, de pronto obteniendo un rol absolutamente protagónico. Y lo extraño tanto, desde Los Lagos no hay ninguna vista a la cordillera siquiera y cuando estoy en Temuco este apenas se ve, por la culpa de la leña y su humo, y de los 63 Km (más o menos) que nos separan también. Aunque he estado en el Villarrica, en el Osorno, en el Tolhuaca, en el Lonquimay, ninguno me estremece de emoción con su majestuosidad como el Llaima, ninguno me hace sentir con tanta fuerza mi propia insignificancia como ser humano y nuestra vulnerabilidad frente a la siempre secreta y magnífica, poderosa y avasalladora Naturaleza, sigilosamente entregando su eterno mensaje a quienes quieran recibirlo. Y de verdad, me hace falta. Por eso necesito estar cerca, porque está en mis raíces y porque no, volver a ser por un momento aquella chiquilla morena y delgada, tímida y callada, que se internaba en los cerros y dormía entre la avena y los ulmos, rodeada de chercanes, en aquel Cherquenco, tan lejano y cercano a la vez, en donde el Llaima define y moldea la tierra de la que queramos o no, somos sólo invitados por breves instantes.

43 comentarios:

  1. Hola Nata, sentí que estaba siendo testigo de toda la situación y por un momento me dieron unas ganas de darle un paipazo al odioso que te estaba molestando... no sé si es usual en ti conservar los recuerdos con tan buena memoria pero de no ser así, imagino que se relaciona directamente con lo traumático que pudo llegar a ser esa situación, sin duda lo viviste de una forma distinta a tus compañeros y pese a tener ese miedo al que mencionabas... del que te paraliza y quedas como una tábula rasa, seguiste tus propios sentidos acompañada de tu hermanit para reunirme con tu mamá y hermano. ¡Qué valiente tu papá!, ¿aún se desempeña como bombero?... entiendo lo personal de la situación y tu vínculo tan especial con tu tierra... gracias por compartir con nosotros eso, además, me gusta la forma que tienes para narrar las cosas, lo haces de una forma jocosa además de un excelente uso de la narración.

    Un abrazo :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias querida Paola, tengo muy buena memoria, pero memoria a largo plazo, o sea, recuerdo con claridad eventos, gente y asuntos de hace más de diez años, pero no tengo idea donde diablos deje las llaves esta mañana xD Probablemente en tres años más me acuerdo (te juro que eso me pasa mucho). Obvio que igual ver un volcán haciendo erupción frente a tus ojos igual es tremendamente inolvidable.
      Un abrazo!

      Eliminar
  2. Wow Nata! No sabía que eras de Cherquenco! estuviste en la quemah de niña, me imagino que son imágenes para nunca olvidarás. Yo igual amo el Llaima es el único volcán que me produce cosas, en las mañanas desde el hospital o desde chica siempre lo veía y lo recordaba y el año pasado fui interna en Melipeuco y amanecía con él y lo veía siempre, es realmente hermoso y ahora en Santiago lo extraño. La cordillera es bonita es cierto mi Llaima es mil veces mejor :) Ojala puedas verlo pronto! Cariños!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No soy de Cherquenco, viví en Cherquenco desde los 3 hasta los 21 años y bueno, admitiendo que es el lugar donde más tiempo he vivido podría decirse que si, soy de ahí xD El Llaima es increíblemente bello, además es tan evocador. La vista desde Melipeuco es aterradora pero maravillosa al mismo tiempo, está mucho más cerca que de Cherquenco además que en caso de erupción es más peligroso porque tiene esa enorme fisura en la ladera por donde sale toda la lava. Ay, quiero ir! Amo el Llaima <3
      Besotes, Mai.

      Eliminar
  3. Me encantó tu historia, siento que los recuerdos de la niñez en general siempre están llenos de mucho sentimientos en su estado más puro, por lo que es super fácil sentirme atraída por ellos.
    Debe haber sido increíble haber estado ahí en el momento preciso en que todo pasaba y ojalá que hubiesen tirado a tu compañero como sacrificio humano para aplacar al volcán XDDDD.
    Que mal debe sentirse estar tan lejos de un paisaje tan cotidiano y omnipresente en tu vida. Un profesor en la U nos contaba que una de las cosas que más llamaba la atención en Europa de los hij@s de exiliad@s eran sus dibujos, ya que en ellos siempre aparecía la cadena montañosa que es la cordillera con su típico sol asomando por ahí y nadie cachaba porqué, ya que allá no tenían esas tremendas montañas (sé que hay varios países con grandes montañas, pero no en todas las ciudades). Ojalá que puedas volver más seguido a mirar a tu volcán.
    Cariños.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sé que será del Diego Salvo pero supongo que ahora que es adulto es menos mala onda, si no es así, merece ser sacrificado al Pillan cuanto antes. Desde Temuco no se ve absolutamente nada del Llaima estando nublado o lloviendo (casi todo el año) pero hay ciertos días diáfanos en que se puede ver en lontananza su magnífica lejanía. Es algo que jamás podré sacarme de la memoria.
      Te mando un abrazo y me alegra ene que te haya gustado mi relato, es 100% real.

      Eliminar
  4. Te prometo que sentí que pase por todo lo que contabas, es cuatico lo detallista que eres!! yo no recuerdo mucho detalle ni de lo que comí ayer jajaja.
    Que rabia que algunos niños son tan crueles!! siendo pequeña también quisiera estrangularlo!!
    Me pasa que los eventos de la naturaleza, como lo que cuentas del volcán, son tan mágicos y terroríficos a la vez y como tu bien dices somos unos invitados en este mundo.
    Cariños Nata!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como le decía a la Paola, yo tengo excelente memoria a largo plazo, me acuerdo perfectamente de cosas que pasaron hace muchos años, pero si me preguntas, tampoco me acuerdo bien de lo que comí ayer xD Ay, a algunos los tuve agregados en Facebook pero preferí sacarlos, no sé porqué me agregaban si me hicieron la vida imposible de niña. Allá ellos.
      Un abrazoooo!! ♥

      Eliminar
  5. se me había perdido el enlace de tu blog, cuando vi que no me redirigía a la pagina busque en instagram algún enlace y aquí estoy, leyendo esta histaria. me sorprende caleta la calidad del relato, es que esta tan bien redactado. Los niños pueden ser muy crueles, tu relato me hizo recordar al compañero que me pegaba todos os dias con lapices en la cabeza, supongo que esos momentos fueron los primeros en mi vida en los que empece a sentir el sentimiento del odio.
    me sorprende que te molestaran por lo morena, cada vez que veo tus fotos siempre veo lo blanquita que eres, y lo bien que te quedan los tonos rojos fuertes!.
    me encanto tu historia, espero que sigas subiendo cosas asi, en verdad me encanto,
    muchos abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siii, he perdido varios lectores y comentaristas con esto del cambio de blog, pero también me permite darme cuenta quienes son mis verdaderos lectores. Me alegra harto que te haya gustado mi relato, lo había escrito hace unos años atrás y quise darle una oportunidad publicándolo aquí. No soy blanquita, eso es puro filtro de Instagram jajajajaja!! Nah, creo que he ido perdiendo negrura con la edad, pero de chica era más morena, aparte de alta y buena para leer, o sea, combinación fatal xD
      Besotes! Gracias por pasar :)

      Eliminar
    2. PD: Es verdad, yo igual conocí el odio por primera vez gracias a esos compañeros de curso :'(

      Eliminar
  6. que estúpidos esos compañeros de curso, cuando uno es chico debería ser harto más tolerante a la diversidad y tu eres perfecta así como eres, ese relato que escribiste me emocionó el alma, escribes hermoso y te admiro por eso.
    te mando mil cariños y cuando nos conozcamos te abrazaré, saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, no soy perfecta pero me gusta como soy, como me veo y hasta a veces me las doy de beauty blogger ajajaja. Me ha costado creermelo, pero lo he logrado. Me hace super feliz saber que te gustó tanto este viejo y pequeño relato de una niña cherquenquina ♥
      Muchos abrazos!

      Eliminar
  7. Hola Natalia, qué linda entrada, me emocionaron tus palabras, precisamente hoy, un domingo sencillo en el que me siento nostálgica del campo hermoso en el que viví toda mi vida. Mi volcán, es decir, el volcán de mi vida, que me vio crecer fue el Tinguiririca, luego vino el volcán Descabezado Grande, y también un poquito del volcán Planchón.
    Llevo poco más de dos meses en Santiago y aún me ahoga la terrible ausencia de verdor. La nula visibilidad de la naturaleza, aplastada en cemento. Mejor ni pensar en eso... Que me baja la melancolía con más fuerza.
    Me gusta tu visión sabia del fenómeno de la naturaleza, creo que conservas ese temple de humor/sabiduría hasta ahora (según he ido leyendo en tu blog). Ahora que lo pienso, el humor también puede verse como una forma de sabiduría (lo voy a poner el blog, así como una máxima amateur...). Me paseo el dicho: "La risa abunda en la boca de los tontos" jajaja.
    Espero que puedas arrancarte a Cherquenco, un fin de semana quizás, un sábado por el día... ¿Es posible? Espero que tus circunstancias lo permitan, sería genial regresar aunque sea un ratito. Tu alma lo merece.
    Cariños para ti, siempre es un gusto pasar por tu blog. ¿Te puedo escribir al mail asociado a tu Blogspot?
    :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo admito mucho tu escritura pública (en poco tiempo tu blog ha pasado a ser uno de mis imprescindibles) y por lo mismo tus palabras de elogio significan mucho para mi. Yo creo que la geografía es fundamental en la vida de todo ser humano, nosotros somos parte de la Naturaleza y al mismo tiempo ella nos moldea todo el tiempo. Yo jamás de los jamases podría vivir en Santiago (toco madera) porque no soporto tanto cemento y aunque las luces de la ciudad son bellas, prefiero mil veces la paz del prado o las luces de las estrellas. No conozco esos volcanes que mencionas, pero los googlee y son preciosos! ♥ No es raro que los eches de menos.
      Me encantaría que me escribieras pero hazlo a mi mail regalon, el asociado a este blog lo hice solo cuando lo abrí y no lo uso jamás. El regalón es taikasienia@hotmail.com ♥
      Intenta llenarte de verdor, ve al parque, toca las hojas de algún árbol... La Naturaleza siempre te dará la bienvenida.
      Un abrazo!!

      Eliminar
  8. Me encantó leer tu experiencia, al parecer conservas los recuerdos intactos, y con mucha razón, ya que viviste una tremenda experiencia de vida.
    Qué mal la forma en que los niños te trataban... no sé, siento que hay tanto que hacer en ese sentido con la educación de las personas, espero que algún día esas situaciones dejen de pasar y que los chicos dejen de ser crueles, ojalá pueda estar viva para ver el avance de nuestra sociedad en ese sentido.
    Por lo que leo afrontaste la experiencia del volcán de una forma tan madura para tu edad, debe ser realmente impresionante/ hermoso/ aterrador vivir algo así, lo espectacular de la naturaleza nunca dejará de sorprendernos.
    Cariños :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El bullying como se le llama ahora es una práctica milenaria, siempre han habido fuertes y débiles desde que la humanidad tiene razón, yo por mi parte igual espero que algún día se tome cartas en el asunto de forma real, yo como profesora lo intento todos los días, ya que viví siendo niña que mis profesores nunca me defendieron. Muchas gracias por tu lindo comentario, yo creo que más bien fue una respuesta instintiva de mi parte, como mi interior me dictó actuar, eso es todo. Quizá ahora lloraría jajajajaja.
      Te mando un abrazo!

      Eliminar
  9. Tu relato me dejó sin palabras! Tú si que escribes bello po' mujer!
    Que rico haber llegado a tu blog, en el que recuerdas un lugar del sur que para mi tiene un significado especial (Que rico saber que eres de la maravillosa región de la Araucanía!!). A mi el volcán Llaima, me devolvió a la vida, así, sin mas. Fui el año 2012, en una salida pedagógica, desde la Universidad. Visitamos específicamente la localidad de Melipeuco, lugar, del que por cierto me enamoré <3. A veces cuando estoy sumida en la vorágine santiaguina, me recuerdo el laaaaargo camino a pie que teníamos que recorrer para llegar a la casa del lonko y como que se me llena el alma de puro gozo. Te juro. Creo que nunca he visto paisajes más bonitos que esos (y eso que igual he recorrido bastante de Chile, gracias a mis papis, jajaja). Y bueno, el tenía una vista del Llaima, que era como decirlo... muy, pero muy cercana a su casa. A lo buen chileno, yo diría que lo tenía en el antejardín. Y bueno, nosotros íbamos a aquella localidad,a buscar relatos para hacer nexos geográficos culturales. Y obvio que salió a la luz, la majestuosa erupción del '94, lo que sintieron, lo que le atribuyeron y tantas cosas que acabo de recordar leyéndote...
    Y bueno, me devolvió a la vida, porque especialmente ese volcán, siento que tiene su onda mística, demasiado poderosa. Había pasado un año y medio, con mucho llanto, mucha pena, muchas ataduras tontas y allá logré soltar todo. Fui a un río cercano de donde nos quedamos y pensé tanto, que quedé como "limpia" por un momento (ahora que lo pienso, creo que es un buen momento para regresar, jejeje :) ) .
    Respecto a tus compañeros, cuando yo estudiaba en colegio mixto (hasta cuarto básico fue así, después hasta cuarto medio, estudié en uno de puras mujeres) también hacia planes maquiavelicos contra mis compañeros -hombres, gggrrr-. Una vez fue tanto que a uno le pegué en la nariz. Era demasiado el hostigamiento, te juro.
    Vuelve pronto al Llaima y tomale fotitos (y nos las muestras, porfis!!) quisiera volver a verlo. Yo he escrito dos veces de aquel maravilloso lugar en mi blog. Gracias por traérmelo de vuelta a mi memoria :)
    Cariños!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que experiencia más hermosa, es tan maravilloso como lo cuentas. Ciertamemnte esas tierras tienen una energía mística impregnada de sabiduría, yo también he vivido procesos renovadores estando cerca del Llaima, por lo que entiendo completamente lo que tu experimentaste.
      Te agradezco muchísimo que la compartes conmigo.
      Mis compañeros fueron un punto extremadamente negativo de mi infancia. Fui víctima (¡como odio esa palabra!, pero no se me ocurre otra) de matonaje durante toda mi enseñanza básica (hasta octavo, donde me transformé y me fui al lado oscuro), pero eso me marcó para siempre. Hay pocas cosas más crueles y traumáticas que estas experiencias infantiles. Y bien dado el golpe no más, se lo merecía. Yo nunca les pegué, pero las ganas no me faltaban...
      Te mando un gran abrazo y muchas gracias por tu pronta visita, eres muy amable :D
      Cariños!

      Eliminar
  10. Whaaaaaat? Que increible tus fotos! Que bien saber que estas bien. Besitos!!!!

    ResponderEliminar
  11. Hola Nata, Que lindo y qué recuerdos de niñes, amo los volcanes, son piolas pero son cosa seria y cuando quieren llamar la atención de qué manera lo hacen.
    Sobre tus malditos bloddy compañeros de curso, no sabes como te entiendo, de verdad hasta el día de hoy creo que no hay persona más cruel en el mundo que un niño en la básica es que simplemente no tienen filtro, la maldad algunos les bulle desde los poros.
    Volviendo al Volcán, me encantaste tu reacción de adoración y resignación ante lo que sucedía me parece muy valiente.
    Muchas gracias por compartir parte de tu historia con nosotras, un gran besote y un abrazo de panda.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchisimas gracias por tus palabras, en su caso el Llaima siempre ha sido un volcán activo, permanentemente está "fumando" pero esa vez fue impresionante, era realmente como si hubiera caído la bomba atómica encima de él, era un hongo de humo gigantesco. Mi reacción yo creo que fue la más natural y además lo primero que me ocurrió aquella vez.
      Malditos niños, son tan crueles, Me gustaría haber sido más valiente en esa época, pero no podía enfrentarlos. Ahora de adulta tampoco me interesa conversar con ellos, de hecho me han querido agregar a Facebook, pero siempre los rechazo... ¿De qué vamos a hablar? ¿De como me insultaban? ¿De esa vez que me robaron la mochila o la bicicleta, y me hicieron llorar?
      En fin, ya fue,
      Te mando un fuerte abrazo!!

      Eliminar
  12. Cuuaaatiiico.. Es lo primero que se me vino a la mente!
    Y es que una erupción no es cosa de juegos y haberlo vivido es heavy, a parte de contar tu experiencia con el terremoto puedes contar tu experiencia con el Llaima y no todos pueden contar dos anécdotas con fenómenos naturales. Lo bueno de todo esto es que saliste ilesa tu y tu familia, que no pasó nada y tu padre un gran héroe!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi papá hasta salió en la tele, fue bacán verlo como lideraba los equipos de rescate y limpieza de la zona afectada. Es que por ser chilena y sureña es normal que vivamos estos fenómenos climáticos si esta tierra es naturalemente azarosa :D
      Besos!!

      Eliminar
  13. Qué maravilla de relato. Te vi sobre ese techo y no sé si hubiera hecho lo mismo, tienes cojones para desafiar a la familia en un momento así donde -creo- lo racional es cobijarse con el resto.

    Hermosos recuerdos, aunque sean de algo que da susto. Yo sólo tengo experiencias con terremotos, cuando se trata de manifestaciones de la madre naturaleza, así que no sé lo que es estar cerca de un volcán en erupción pero me lo imagino leyéndote.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Fue terrible pero extrañamente muy hermoso al mismo tiempo. Yo desafie esa vez a mi mamá porque sabía que eso quizá solo lo iba a ver una vez en la vida, son eventos que no podemos perdernos así tan fácil. De hecho creo que me asusté más con el terremoto que con la erupción.
      Un abrazo!!

      Eliminar
  14. Hola Naty :)
    Uau, tienes tus recuerdos frescos como si hubieran sido ayer. Me encantó viajar en el tiempo con tu relato, saber cómo pensabas, tus problemas de niña y las sensaciones que te produjo ese inolvidable día. Amé tus posibles fatídicas venganzas a tus compañeros jajajajaja y quedé sorprendida con tu actitud tan serena frente a lo inevitable. Y amé el humor cuando escalaste los dichos de tu madre jajajajajajajaja. ¡Genial!

    Sería genial que pudieses volver a enfrentarte al volcán y pudieras registrar tus nuevas impresiones :)

    ¡Un abrazo! ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tengo muy planeado ir nuevamente a Cherquenco de paseo para reencontrarme con el volcán. Me gustaría que cuando vuelvas a Chile puedas ir a verlo, es magnífico y los alrededores son preciosos. Me alegra muchísimo que te haya gustado mi relato, es un verdadero honor que lo digas siendo tu una escritora tan talentosa :D

      Otro abrazo de vuelta que te llegue hasta Tokyo!!

      Eliminar
  15. ¿Te he dicho lo mucho que disfruto leyéndote nati? te juro, me haces sentir como si estuviera ahí presente, viviendo todo lo que me cuentas, más lo siento igual como una película, qué rabia tus compañeros imbéciles... yo igual vivi ese bullying maldito, después el muy saco de pelotas me agregó a fb y yo obviamente había olvidado todo lo mal que me hizo sentir, no fue hasta que mi mejor amiga (también víctima de sus ataques) me recordó lo basura que era y se fue de delete. Empatizo mucho contigo esa sensación de majestuosidad y a la vez de complicidad, no recuerdo cuándo me he sentido así pero sé de qué hablas. Me fascina cuando hablas de tu niñez entre la vegetación y lo verde, es algo que siempre quise y espero en algún momento poder dárselo a mis hijos. Un besito enorme, más que claro que amé tu relato y que por favor sigas contándonos la magia del sur *_*! un besote!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esos malditos varias veces intentaron después agregarme al Facebook pero nunca los he pescado. Se fueron altiro de deleteo xD A esa gente hay que mantenerla fuera de nuestras vidas, quizá soy rencorosa pero a mi me funciona bien así. Sería tan bacán que más adelante puedas venir al Sur a establecerse y vivas en medio del verde, es un sueño que sería muy bello cumplir. De verdad me alegra mucho que te haya gustado mi relato, eso me hace muy feliz.
      Un besote!!

      Eliminar
  16. Me encanta como escribes, amé tu relato, realmente logras transportar a los instantes que relatas. Es cuático como vemos las cosas según el entorno en el que crecimos, o como esas pequeñas cosas se van convirtiendo en rasgos de nuestra personalidad. Siento que realmente llevas el verde del sur encima y es algo que encuentro hermoso.

    Saludos! hace tiempo no comentaba (falta de tiempo cronica) pero siempre te estoy leyendo c:
    cariños ♥

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias y que bueno verte nuevamente por estos lares, estabas bien desaparecida, bueno ni tanto porque en Instagram te veía al menos. Yo personalmente me considero muy influida por mi entorno y no podría vivir en otra parte que no fuera el Sur, creo que lo más al norte que viviría sería Concepción, de verdad. Te mando un beso y espero que sigas escribiendo chica invernal!

      Eliminar
  17. Hola querida Naty :) te juro que mientras leía todo sentía que estaba en ese momento, haaaay esos cabritos jodidos de la escuela que dan ganas de hacerle todo lo que habías escrito cuando chica, yo tenia compañeros igual de molestosos, había uno que siempre que pasaba por mi puesto me pegaba en la cabeza, un día lo hizo y no me aguante y me pare de mi asiento y fui directo donde el y le pegue el medio paipe en la cabeza, me llevaron a la "oficina" pero a pesar de eso nunca me arrepentiré de haberlo hecho ajoajoajoa y respecto al tema del volcán wooow la verdad es que no sabría que hubiera hecho en ese momento, quizás hubiera quedado en shock y pegada mirando pero después me hubiera venido el miedo, que genial que tengas estos recuerdos que nos puedes contar, yo con suerte me acuerdo un par de cosas del colegio, un gran abrazo queridisima :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que bacan que pudiste tener tu venganza querida Pacita. Yo nunca pude aforrarles como merecían, me habría encantando haberles pegado ese tremendo paipe en la cabeza como lo merecían. No tengo claro si el volcán Osorno se ve desde Osorno, parece que no, cierto? Ese si que es un volcán hermoso, es tan perfecto en su forma. Yo habitualmente tengo buena memoria para cosas que sucedieron hace años atrás. Pero anda a preguntarme que hice la semana pasada, o anteayer, no tengo idea xD
      Te mando otro abrazo y cuidate mucho ♥

      Eliminar
  18. Hola bonita ♥ ¿Te he dicho que me encanta como redactas?
    logras de una forma increíble que uno se "transporte" a lo que
    estás comentando hahaha o así me sentí al leer todo eso.
    Son sentimientos encontrados en verdad en momentos así,
    por una parte un momento terrible y de "destrucción", pero
    por otro lado una maravilla de la naturaleza y que en mi caso
    me fascinaría fotografiar...
    Muchos cariños mi niña! ♥

    http://carmillefanu.blogspot.cl/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me encantaría ver las fotos que sacarlas de algo así, realmente encuentro que tienes mucho talento y buen ojo para las imágenes. Me alegra mucho que te haya gustado mi texto! Solo quise traerles un recuerdo más personal pero que afectó a muchas personas cerca mío.
      Te dejo un beso grande ♥

      Eliminar
  19. Kiu po Naty tantos siglos sabes no me aparecen tus actualizaciones, y me volví a suscribir pero no cacho que onda oh ¬¬, oye tu igual estuviste desaparecida pu!!! y si vienes a conce avisameee te hago la ruta del alcohol xD, oye cuatico lo que viviste y eras tan pequeña uno cuando es mas chico como que queda mas traumada xD yo era super pava de seguro hubiera llorado como magdalena. Nata yo igual sufrí de Bullying porque era muy timida y nerviosa imagínate muchos niños me intimidaban y era la mas pava pero yo tuve un gran cambio de personalidad y físicamente imagínate un ex compañero cuando me vio (este verano) de los que me hacia bullying quedo para la caga cuando le dijeron que era la pava "vivi" me agrego a face y me invito a salir y me decía que no podía creer que fuera tan bonita y yo le respondí tu creí que yo saldría con alguien como tu? mas encima tienes un hijo no me hago cargo de wachos ajenos sonó muy pesado pero valió la pena muahahaha XDD me salí totalmente de la historia jajajaja pero así son las vuelas de la vida :D
    Cariños Naty

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que chucha se creía ese imbécil! Me dio tanta rabia leer lo que me cuentas, o sea te hizo la vida imposible cuando niña y después que te vio ahora, linda y grande, quería jotearte? Bien dicho no más, se lo merecía el muy pelmazo y la csm. Te apaño altiro si me quieres llevar por la ruta del alcohol penquista yo en el verano iré a ver a mi tía y tengo ene ganas de conocer a la Liz en persona, sería bacan que nos juntaramos todas e hiciéramos un carrete bloguero xD Pucha, no quiero que nos desaparezcamos tanto, he llegado a tenerte harto cariño ♥
      Un abrazoooo!

      Eliminar
  20. Oh, vine a ponerme al día con tu blog y me encontré con esto y quede... Sin palabras.
    Quedé totalmente absorta en tu relato, me parece increíble haber vivido algo así. Tan maravilloso y terrorífico a la vez. Yo el único desastre natural que he vivido fue el terremoto del 2010 que tuvo mucho de horror y nada de maravilla D:
    Que lindo como aún piensas en aquellos paisajes y en tus raíces. Es algo importante. Yo espero poder escapar de Santiago y aun que no se si volver a mi ciudad, irme tal vez más al sur o algo; siento que no pertenezco aquí.
    Me encantó tu post!
    Un abrazo (:

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Diana, que bueno verte por mi.blog nuevamente, caché que volviste a bloguear nuevamente y me puse super contenta, te había echado de menos caleta. Como dije antes, sentí más miedo para el terremoto que para la erupción, esta no sólo era terrible sino preciosa en algún sentido y es algo que recordaré toda mi vida. Ojalá puedas concretar tu escape soñado y te vengas más cerca, sería bacán tenerte por estos lugares.
      Besitos!

      Eliminar
    2. Awww gracias linda, yo también te echaba de menos. Fue penca irme este tiempo, porque leerte a ti y las demás me alegra los días.
      Es un recuerdo único, que bueno que hayas podido sacar lo hermoso del momento.
      El sur me llama :D !

      Eliminar
  21. Te pasaste, eres seca para la narrativa!!! Me recordaste a Heminway con esas descripciones tan detalladas de lo físico y lo no físico al mismo tiempo. Es impresionante cómo podemos llegar a sentirnos parte de un lugar o de un paisaje a tal punto de extrañarlo en nuestra vida, yo soy chillaneja pero me vine a trabajar a Concepción hace más de 15 años, y a pesar de que están al lado uno de otro no he podido viajar, no me queda familia allá y no te imaginas como y cuánto me hace falta, bueno claramente sí te lo imaginas jajaja
    Y que impactante tu relato, desde la perspectiva y en los zapatos de una niña de 9 años que mal que mal supo mantener la calma y actuar razonablemente en las circunstancias de desastre de ese momento. Super bien. Yo la única cosa terrible que he vivido fue el terremoto 8,8 acá en Conce el 27 de febrero de 2010, vivía en un tercer piso y mi hijo tenía 3 años, para mí fue como si se detuviera el tiempo y sentir y sentir quebrazón de vidrios en medio de la oscuridad, porque la luz de las calles se cortó de inmediato, no pensé que me moriría ni que el edificio se derrumbaría, pero lo sentí eterno, el terremoto en sí, como de nunca acabar, y el miedo como que me vino después con las alarmas de los autos, las sirenas de emergencia, los gritos de la gente, llantos, y ni hablar al día siguiente ver la destrucción en las calles, el tsunami en Dichato, en Talcauano, en fin, pucha, como que me fui al chancho escribiendo, es que tengo los recuerdos intactos, hasta los olores, la luna estaba enorme de linda aquella noche.
    Ya, eso por ahora. me encantó tu relato, y que manera de reírme con las ofertas de tu mamá cuando estabas en el techo, te hago un queque para la once jajajajajajaj.
    Yo también siento ganas de volver a ser chiquilla aveces. Como que me da penita, no sé por qué, pero en la buena, me emociona, me inunda la nostalgia, los recuerdos lindos, etc etc etc etc.

    ResponderEliminar

♥ Tu comentario es mi sueldo ♥